La Mentira. Parte II

Ahora bien...recordemos, sin afán de sojuzgar al personaje, a una célebre reina de los tiempos de Carlos IX de Francia.

Decíale ésta a su consejero de confianza:

-La mentira en el arma de los fuertes, la de aquellos que han mirado a la vida cara a cara y le han dicho "no te temo". El arma también de aquellos que han sondeado su conciencia y le han dicho "tu no eres mas que imaginación". Es así que la mentira es la base de todo gobierno sólido.

Sin embargo, es un arma peligrosa en manos torpes, y tomo por manos torpes a aquellos que no la emplean a fondo. Por ejemplo, si encuentras a un perro rabioso y moribundo y el cuchillo para sacrificarlo tiembla en tu mano, herirás al perro, pero antes de morir tendrá el tiempo de morderte y la enfermedad que lo atormentaba ahora te atormentará a ti. Por el contrario, si eres valiente y hieres al animal con fuerza y en el corazón, lo sacarás de su tormento y a la vez estarás seguro.

Continuará...

Yo la uso...ella la usó, nadie la usa.

La Mentira.

El arma que es ataque y defensa a la vez, más efectiva a dispocisión del ser humano.

¿Fuente de escándalo o destino de refugio?
Quizá habiendo corrido con la misma suerte que todo aquello que nos puede ser de utilidad a capricho de nuestras necesidades, y que muy a menudo se tiende a colocar del lado negativo de las buenas costumbres de la gente, que en ese momento exista cabe aclarar también, la mentira nos escandaliza cuando corremos con la desgracia de ser sorprendidos usándola o bien, es casi mas que un oasis en un desierto después de un día entero buscando una gota de agua que beber, si tendemos a bien usarla y no ser atrapados, cuando de ella hemos necesitado.

¿Es como un cáncer que hay que extirpar a tiempo...o una herramienta que solo tenemos que aprender a dominar?

Yo miento...tu mientes, nadie miente.